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No sé si quiero ser madre.

Una de las frases que más he escuchado como psicóloga perinatal en una primera sesión con una mujer es: «No sé si quiero ser madre«.

Siento decirte que en este artículo no vas a encontrar la respuesta a esta demanda existencial.
Esa tendrás que buscarla dentro de ti, y yo, como mucho, te acompañé en el proceso.

Lo que sí he intentado hacer en este artículo es recopilar 10 factores a tener en cuenta en tu proceso de reflexión sobre tu futura y posible (o no) maternidad.

[Y te dejo también unos consejos prácticos que a mí me hubiera gustado recibir antes de ser madre.]

1. ¿Cómo estás? Evalúa tu salud emocional

no sé si quiero ser madre

La maternidad es una experiencia transformadora que requiere, por un lado, una estabilidad emocional sólida, y, por el otro, una gran cantidad de energía física y mental.
Ser madre conlleva cierto estrés, responsabilidades y cambios en tu vida diaria.

Hay maternidades inesperadas dónde no es posible reflexionar sobre ello, pero, si te estás planteando ser madre, pregúntate cómo te sientes en este momento de tu vida:

• ¿Estás en un lugar emocional donde podrías manejar los desafíos de la maternidad?

• Además, ¿Te sientes en calma, con fuerzas para la gran revolución vital que implica tener una hija/o?

• ¿Estás emocionalmente preparada para asumir el compromiso que requiere la crianza?

• Por último, ¿Has trabajado y sanado (si hacía falta) los aspectos de tu propia crianza y el vínculo con tus figuras de apego?

Si no es así, tal vez sea útil trabajar en tu bienestar emocional antes de tomar una decisión definitiva sobre si ser madre o no.

2. No sé si quiero ser madre con mi pareja

no sé si quiero ser madre pareja

Hoy en día no hace falta estar en pareja para tener un hijo. De hecho, la cifra de madres solteras por elección en España se ha incrementado un 32,8% de 2012 a 2022 (fuente: Sociedad Española de Fertilidad; Instituto Nacional de Estadística).

En cambio, si estás en una relación, es crucial hablar abiertamente con tu pareja sobre tus sentimientos y expectativas respecto a la maternidad. El proyecto familiar debe ser compartido entre los dos, y ambos miembros de la pareja deben querer implicarse de la misma manera en ello.

Sería interesante que la duda de «No sé si quiero ser madre» también se extendiera a «No sé si quiero ser padre«. Es decir, si os planteáis ser padres juntos, es importante que tengáis una conversación sobre las modalidades en las que queréis compartir vuestro proyecto de ma/paternidad:

• ¿Compartís la misma visión de crianza?

• ¿Cuáles son los valores y aspectos no negociables que queréis transmitir a vuestro/a(s) futuro(a(s) hijo/a(s)?

• ¿Qué expectativas tenéis sobre la ma/paternidad?

• ¿Cuáles son vuestros principales miedos, y qué es lo que más ilusión os da?

Tener en cuenta estos aspectos te ayudará a evaluar si tu relación de pareja está en un buen lugar para recibir y criar a un hijo/a, y si ambos están preparados para enfrentar los retos y alegrías de la ma/paternidad juntos.

Sin embargo, si después de reflexionar llegan a la conclusión de que no quieren tener hijos, eso es absolutamente válido. Lo importante es que cualquier decisión sea compartida entre ambos, asegurando que estén alineados y en sintonía con sus deseos y expectativas como pareja.

3. Carrera y vida profesional

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Cuando estás en la reflexión de «No sé si quiero ser madre», el tema laboral puede ser un punto doloroso. Eso porque ya sabemos que el mundo laboral nos penaliza más a las mujeres.

Es verdad que, por lo menos en España, los permisos parentales tienen la misma duración tanto para madres como para padres.

Pero también es verdad que las madres siguen siendo las que más permisos familiares piden (eso daría para otro post aparte).

¿En qué punto de tu carrera estás? ¿Te apetece y te ves haciendo un parón?

Piensa en las opciones que te ofrecer tu trabajo: flexibilidad, posibilidad de trabajar en remoto, permisos aprobados por tu convenio profesional, etc.

Si eres autónoma, es importante considerar en qué punto de tu proyecto estás.
No te voy a mentir: la baja de maternidad en este caso suele ser bastante baja. Cada caso es un mundo, por eso, te invito a pedir ayuda a un asesor laboral.

4. Valora tu situación económica

no sé si quiero ser madre mujer embarazada haciendo compras

Es inútil mentirnos: ser madre cuesta. Y mucho.

Para muchas mujeres que he atendido y que han acudido a terapia con la duda de «No sé si quiero ser madre», el tema económico es uno de los que más peso tienen en tomar la decisión.

En este sentido, es importante valorar si cuentas con cierta estabilidad financiera o ahorros.

Aquí quiero darte 3 consejos prácticos que pueden ayudarte a la hora de hacer cuentas.

1. Fija un budget aproximado: haz una búsqueda en Google de lo que crees que podrías necesitar y toma nota de los precios promedios.
[ Si no tienes ninguna amiga o familiar a la que preguntar qué es lo que realmente sirve en los primeros meses con un recién nacido, déjame un comentario y te compartiré una lista de cosas útiles, no tan útiles y definitivamente no recomendadas. ]

2. No olvides lo de segunda mano: Vinted, Wallapop, Marketplace de Facebook, grupos de embarazadas, hermanas, primas, amigas…

3. Averigua qué con qué ayudas estatales y autonómicas puedes contar. Además del permiso de maternidad, en España el estado ofrece una ayuda de 100€ mensuales durante el primer año de vida del bebé (si vienen dos o más, el importe aumenta). A esto, hay que añadir eventuales ayudas adicionales por cada comunidad autónoma.

De todas formas, es completamente normal que el tema económico sea algo a lo que quieras darle muchas vueltas, pues vas a asumir la responsabilidad de una persona durante los próximos (mínimo) 18 años, con todos los gastos que esto conlleva.

5. Cuida tu salud física

no sé si quiero ser madre mujer deporte

Aunque digan que el embarazo es el momento más bonito para una mujer, no es así para todas: es decir, no todas las mujeres anhelan estar embarazadas, y, entre las que sí deciden pasar por este proceso, muchas no soportan estar embarazadas.

Normal: una barriga que no para de crecer hasta alcanzar el tamaño de una sandía, náuseas y vómitos (que no siempre se resuelven en 3 meses, especialmente si sufres de hiperémesis gravídica), reflujo, varices, cansancio, necesidad constante de orinar, dolor de espalda, etc.).

Si te estás planteando «No sé si quiero ser madre (o no)», podrías preguntarte: ¿Cómo está tu salud física actualmente? ¿Te ves fuerte como para sostener lo que un embarazo conlleva a nivel físico?

De hecho, si estás planificando tu embarazo, este puede ser un buen momento para hacer un chequeo o reservar esa visita médica que llevas meses postergando.

Además, practicar deporte es importante tanto en la búsqueda como durante el embarazo, pues ayuda en la regulación de las hormonas y permite controlar tu peso (tener sobrepeso u obesidad puede influir negativamente en la búsqueda).

6. No sé si quiero ser madre: visualiza obstáculos y aspectos positivos

no sé si quiero ser madre mamá jugando con bebé hijos

Aquí te propongo un ejercicio de visualización de toda la vida.

Busca un momento de calma, siéntate o túmbate cómodamente, respira e intenta imaginarte a ti misma siendo madre.

Imagina el embarazo, el parto y todo lo que viene después.

• Qué escenarios se presentan a tu cabeza?

• Si te proyectas en el futuro, ¿Cómo te ves afrontando la crianza de un/a hijo/a?

• ¿Cuáles son las mayores dificultades o obstáculos que crees que podrías afectarte? La falta de sueño, las responsabilidades, no disponer plena y libremente de tu tiempo, la organización y la logística, los posibles conflictos en la relación de pareja…

• ¿Puedes imaginar cómo superarías estos momentos más complicados? ¿Qué soluciones se te ocurren?

• ¿Y qué sensaciones positivas te imaginas que puede brindarte la maternidad? Amor incondicional, ese vínculo especial, alegría. La maternidad regala muchos momentos gratificantes, como ver a tu hijo/a crecer y alcanzar hitos, descubrir poco a poco su personalidad, compartir momento y risas, sus cumpleaños, etc.

¿Qué es lo que más peso tiene cuando te imaginas siendo madre?

7. Tu red de apoyo (o crea una)

no sé si quiero ser madre abuelos nietos

Si te estás preguntando «No sé si quiero ser madre», otro punto importante es saber si puedes contar (o no) con la presencia y colaboración de nuestro entorno.

Si puedes contar con esa ayuda, eres una mujer afortunada, porque tener una red de apoyo sólida puede hacer una gran diferencia en tu experiencia como madre.

[ Es importante recordar que tener la percepción de contar con una buena red de apoyo constituye un factor de protección contra la depresión posparto (fuente: Yim et al., 2015) ]

Sin embargo, debido a que la edad de jubilación se pospone cada vez más, en muchos casos los abuelos están todavía trabajando y no pueden hacerse cargo de los nietos.

Hay otros casos en los que los abuelos deciden no querer ser canguros a tiempo completo, y, a mi manera de ver, están en todo su derecho de hacerlo.

“¿Y si no tengo a mi familia cerca?”

Hoy en día esta situación es bastante común. La movilidad geográfica se ha multiplicado en las últimas décadas y eso ha hecho que muchas familias ya no cuenten con el apoyo de los abuelos o de algún familiar próximo.

“¡Pero tengo a mi pareja!”

Eso es, en ese caso te tocará maternar compartiendo la crianza únicamente con tu pareja.

Pero no está de más recordar que eso no pasa en todas las familias. No todas las parejas (y aquí incluyo sobre todo parejas heterosexuales) asumen la carga de los cuidados al 50-50.

Y, si lo hacen, en la mayoría de los casos, es la mamá quien asume la carga mental, es decir, el esfuerzo mental y emocional que implica gestionar y planificar la logística y la organización de las tareas diarias.

Considera si puedes beneficiarte de la escuela infantil pública. Y si no, considera que las privadas y concertadas tienen un coste que puede ser bastante elevado.

Además, la red de apoyo no tiene por qué ser familia. También puedes construir tu propia tribu, ya que seguro no eres la única mamá cuya familia vive lejos.

Incluso si tu familia vive cerca y te puede ayudar, puede ser revelador poder compartir y conectar con otras mujeres que están viviendo lo mismo que tú.

[ Te dejo aquí el formulario para apuntarte y participar en los grupos de apoyo a la maternidad que organizo y modero. Si quieres saber más sobre los grupos, aquí puedes encontrar información sobre el de acompañamiento al embarazo, y aquí el de acompañamiento al posparto y a la lactancia. ]

8. Consulta a una profesional de la psicología perinatal

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Entiendo que solo con los primero 7 puntos que te he propuesto hasta ahora, podrías sentirte abrumada.

Es perfectamente normal: si te das cuentas, se trata de las áreas más importantes y básicas para cualquier ser humano, y empezar a plantearte «No sé si quiero ser madre» puede remover emociones, recuerdo, preocupaciones dentro de ti.

Entonces, ¿Cuándo acudir a consulta con una psicóloga perinatal?

1. El dilema sobre si quieres ser mamá o no te causa ansiedad, estrés o incertidumbre, es decir, está interfiriendo en tu bienestar diario. Pasas muchas horas, o, al contrario, evitas pensar en «No sé si quiero ser madre».

 2. Estás indecisa: cuando sientes que ya has tomado una decisión, vuelves sobre tus pasos. No le encuentras solución y todo te hace dudar.

3.  Sientes presión por parte de tu pareja, familia o la sociedad, y tienes miedo a que esto te haga tomar una decisión de la que podrías arrepentirte.

4. Has pasado por experiencias duras y complicadas (infertilidad, pérdidas gestacionales, etc.). De nuevo, si sientes que estas experiencias no están integradas en tu historia de vida, y los miedos te paralizan, puede ser útil consultar con una profesional.

5. Te has dado cuenta de que quieres trabajar el vínculo con tu propia madre, reparar alguna herida de tu pasado o sanar algunos aspectos de tu propia crianza para no caer en los mismos patrones.

6. Sientes que necesitas un espacio seguro, acompañada por una persona totalmente neutral y libre de (pre)juicios, para explorar tus sentimientos, expectativas y miedos sobre la posibilidad de ser madre y sobre la de no serlo.

Si te ves reflejada en uno (o más) de los puntos anteriores, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

Soy psicóloga sanitaria especializada en psicología perinatal, y estaría encantada de acompañarte en tu proceso de psicoterapia individual personalizada.

[ Consulta disponibilidad y pide cita. ]

9. Recuerda que no estás obligada a nada

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La respuesta a la pregunta de «No sé si quiero ser madre o no» es tuya y solamente tuya.

Es más: no estás obligada a nada y puedes volver sobre tus pasos siempre que quieras. Tómate el tiempo necesario para reflexionar y tener la oportunidad de cambiar de opinión en cualquier momento, si así lo sientes.

Intenta que tu decisión sea libre de presión y juicios externos (si eso se te hace difícil, te remito al punto anterior: la terapia puede ser ese espacio neutral que buscas).

La vida cambia, y tus deseos y circunstancias también pueden hacerlo. No eres la misma persona que hace 1, 5 o 10 años, ¿verdad?

Sería preocupante si no cambiaras absolutamente nada de ti, ningún pensamiento u opinión, a lo largo del tiempo, así que siéntete libre de revisarte y reflexionar siempre que lo necesites.

10. No sé si quiero ser madre: ¿Qué te dice tu intuición?

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Hasta aquí la teoría. Espero que este artículo te haya ayudado de alguna forma a solucionar tu duda de «No sé si quiero ser madre».

Por último, te invito a que, tras considerar todos los aspectos importantes desde una perspectiva más racional y cognitiva, escuches también los mensajes que te envía tu cuerpo cada vez que te preguntas: “No sé si quiero ser madre”.

Es bastante común que los pensamientos estén en conflicto con lo que sentimos profundamente, nuestra intuición (¿has oído hablar de disonancia cognitiva?).

A continuación te dejo algunas (¡más!) preguntas sobre este aspecto.

– Cuando piensas en ser mamá, ¿Qué te dice tu cuerpo? ¿Notas alguna sensación?

– Si es que sí, ¿dónde? ¿Con qué emoción(es) te conecta? ¿Es una sensación fría o cálida? ¿Puedes darle algún color, palabra, imagen?

– Cuando piensas en ser madre, ¿Qué ocurre en tu respiración? ¿Cambia? ¿Se entrecorta? ¿Acelera?

– ¿Tu cuerpo se siente ligero o pesado cuando piensas en la maternidad?

– ¿Qué postura asume tu cuerpo cuando te haces esa pregunta? ¿Estás erguida y segura, o encogida e insegura? ¿Tus músculos se relajan o se activan? ¿Notas alguna tensión?

– ¿Sientes que tu mente y tu cuerpo están alineados o en conflicto?

Y si tu pregunta sigue sin respuesta, no dudes en contactarme para agendar una sesión y así comenzar tu proceso psicoterapéutico.

Referencias bibliográficas

• Yim, I. S., Tanner Stapleton, L. R., Guardino, C. M., Hahn-Holbrook, J., & Dunkel Schetter, C. (2015). Biological and psychosocial predictors of postpartum depression: systematic review and call for integration. Annual review of clinical psychology11, 99–137. https://doi.org/10.1146/annurev-clinpsy-101414-020426

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Valeria Marzano.
Psicóloga General Sanitaria, Terapeuta EMDR, Terapeuta Sexual y de Pareja.
Col. COPC nº 32221.

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