Síntomas de dependencia emocional
La dependencia emocional es un patrón de comportamiento que puede llevar quienes la sufren a vivir relaciones de pareja tóxicas.
Identificar los síntomas de la dependencia emocional es fundamental para abordar y sanar este tipo de dinámica.
En este artículo, exploraremos los 7 principales síntomas que pueden indicar la presencia de dependencia emocional.
Las relaciones emocionales son una parte esencial de nuestra vida, y cuando se establecen de manera saludable, pueden brindarnos apoyo, amor y conexión profunda y significativa.
Sin embargo, en ocasiones, ciertos patrones de comportamiento pueden afectar negativamente estas conexiones, dando lugar a una dependencia emocional.
Qué es la dependencia emocional
La dependencia emocional es un patrón de conducta que se caracteriza por la necesidad extrema que una persona siente hacia su pareja.
Detrás de la dependencia emocional, suele haber un esquema de necesidades emocionales insatisfechas, que la persona intenta cubrir de manera desadaptativa con su pareja.
Estas necesidades emocionales insatisfechas, normalmente, se generar durante la infancia y la adolescencia, como resultado de las interacciones con las figuras primarias de apego.
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En la persona con dependencia emocional, la relación de pareja es el centro de su mundo, de sus pensamientos, emociones y comportamientos.
El miedo más profundo para aquellos que experimentan esta afección es la perspectiva de ser abandonados por su pareja.
A continuación, analizamos los síntomas más típicos de la dependencia emocional.
Recuerda que no tienen por qué estar todos presentes.
Cada persona es un mundo y presenta un patrón único y diferente, dependiendo de su personalidad y vivencias.
1. Idealización de la pareja
Uno de los síntomas más comunes de la dependencia emocional es la idealización excesiva de la pareja.
La persona dependiente tiende a ver a su pareja como perfecta y sobreestima sus cualidades, ignorando o minimizando sus defectos.
Esta idealización puede llevar a la negación de comportamientos negativos o incluso abusivos, lo que dificulta establecer límites y mantener una visión realista de la relación.
Además, la idealización de la pareja puede también verse reflejada en la devaluación de una misma, sintiendo que está por debajo de su pareja, fomentando una baja autoestima y una sensación de no ser suficiente.
Esta dinámica lleva la persona con dependencia emocional a someterse a su pareja y a poner en marcha una serie de conductas (como explicaré más adelante) para sentir que merece el amor, el afecto y la validación de su pareja.
2. Prioridad absoluta de la pareja sobre el resto
En una relación con dependencia emocional, la pareja se convierte en el centro de la vida de la persona.
Todo lo que hace es por y para él/ella.
La necesidades y deseos de su pareja tienen la prioridad por encima de todo lo demás.
Esto conlleva normalmente dos tipos de consecuencias:
1. La persona con dependencia emocional adopta el sistema de valores y creencias de su pareja.
Esto ocurre porque busca agradar y mantener la conexión emocional con su pareja a cualquier costo.
Teme tanto el rechazo y el abandono, y, a la vez, necesita tanto la aprobación y validación de su pareja, que deja de lado sus propios valores y creencias, así teniendo la sensación de haberse perdido a sí misma.
2. La persona con dependencia emocional descuida y termina perdiendo sus propios intereses personales, amistades y actividades fuera de la relación, desencadenando un círculo vicioso por el cual su vida se vuelque aún más en la relación.
3. Voracidad afectiva
La voracidad afectiva se manifiesta en una necesidad y búsqueda constante de atención, muestras de afecto, amor y validación por parte de la pareja.
También puede manifestarse con un deseo de acceso constante a la pareja, a través de mensajes, llamadas, redes sociales, etc.
La persona con dependencia emocional puede tener una sensación de vacío y/o ansiedad cuando no consigue estas muestras de cariño y la atención deseada, o cuando la pareja se niega o no puede estar disponible constantemente.
Esta búsqueda incesante de afecto puede agotar emocionalmente a la pareja y generar una presión emocional excesiva.
4. Deseo de exclusividad
Cuando hablamos de exclusividad en la dependencia emocional, no nos referimos solo a la exclusividad sexo-afectiva.
También se incluye el deseo obsesivo y extremo que el dependiente emocional tiene de que la pareja siempre esté con él/ella, descuidando sus amistades, familiares, e intereses personal.
Se manifiesta como la exigencia de pasar cuanto más tiempo posible juntos.
Y puede haber celos si la pareja manifiesta la intención de pasar algo de su tiempo dedicándose a sus intereses o seres queridos.
La persona con dependencia emocional no solo quiere que su pareja sea su única fuente de satisfacción emocional, sino que pretende ser lo mismo para la otra persona.
Así, buscan controlar el tiempo que su pareja dedica a las relaciones con otras personas.
Esta necesidad de exclusividad puede generar conflictos y dificultar la formación de relaciones saludables fuera de la pareja.
5. Conductas de sumisión
La dependencia emocional puede llevar a una sumisión excesiva, donde la persona se somete a las necesidades y deseos de la pareja, incluso si esto va en contra de sus propios valores o bienestar.
La sumisión puede conducir a la pérdida de autonomía y autoestima, y a una sensación de estar atrapado en la relación.
La persona con dependencia emocional puede llegar a perder de vista , hasta a autoanularse, sacrificando su propia identidad y bienestar emocional para priorizar las de su pareja.
La sumisión en la dependencia emocional puede verse en diferentes situaciones:
• Dificultad para establecer límites claros
• Miedo a desagradar la pareja, y necesidad de complacer el otro
• Toma de decisión pensando en complacer a la pareja (decisiones de consenso)
• Incapacidad para expresar las propias opiniones, evitando cualquier conflicto
• Aceptación incondicional de cualquier actitud y conducta por parte de la pareja, incluso malos tratos y abuso.
6. Miedo al abandono y al rechazo
El miedo al abandono o rechazo es una característica central de la dependencia emocional.
La persona dependiente teme perder a su pareja y experimenta una profunda ansiedad ante la posibilidad de ser dejada.
De hecho, suele manifestarse con una sensación de vacío y soledad cuando la persona no está con su pareja, ya sea por una breve separación o tras una ruptura.
Este miedo suele venir de heridas de la infancia, relacionadas con la figuras primarias de apego.
En el caso de la relación de pareja, la persona dependiente emocional suele buscar la aprobación y evitar el conflicto, con tal de evitar ser dejada, rechazada y abandonada por su pareja.
7. Síndrome de abstinencia
Cuando la persona dependiente no puede estar con su pareja, ya sea momentáneamente o tras una ruptura definitiva, o cuando percibe una disminución en la atención y afecto recibido, puede experimentar síntomas similares a los del síndrome de abstinencia.
Estos síntomas pueden incluir:
• Ansiedad y angustia
• Síntomas depresivos y tristeza
• Pensamientos obsesivos sobre la pareja
• Dificultades para evitar la búsqueda de contacto
• Irritabilidad
• Insomnio
• Dificultad para concentrarse
• Falta o exceso de apetito
• Sensación de vacío emocional
• Aislamiento social
Reconocer los síntomas de la dependencia emocional en una relación es el primer paso para recupera tu bienestar y equilibrio emocional.
Si identificas estos patrones en ti misma o en tu relación, es importante buscar apoyo profesional y trabajar en el desarrollo de una autoestima sólida y una mayor independencia emocional.
Al abordar estos síntomas, puedes construir relaciones más satisfactorias, basadas en el respeto, la confianza y el crecimiento mutuo.
No dudes en contactarme para agendar una sesión y así comenzar tu proceso psicoterapéutico.
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